El reto de la cocina con el salón abierto
En este proyecto dimos con la solución al eterno dilema: la cocina abierta al salón. La idea inicial era cambiar el suelo de toda la casa y la cocina, con algunas dudas sobre el diseño abierto. Finalmente diseñamos una cocina en la que integramos los muebles de los clientes con los nuevos materiales, teniendo en cuenta sus opciones de preferencias iniciales en cuanto a que la nueva cocina fuese en tonos madera, pero no la misma que los muebles de cerezo del salón.
Nos encontramos con varios retos: mantener los electrodomésticos actuales, la transición de los muebles de cerezo, que no resulta fácil al tener una veta muy marcada y la zona de galería y el calentador que tenemos que integrar en la cocina. Pero encontramos la manera de crear el diseño ideal para visualizar los puntos más atractivos y esconder las zonas que no nos aportan estética a la cocina.
Apostamos por un suelo de Roble, con tintes oscuros y ciertas marcas que le iban muy bien al cerezo. En las puertas de los muebles, optamos por un roble claro grisáceo que encaja perfectamente con el suelo y también acoge bien los muebles de cerezo. Para completar el diseño, incluimos detalles en negro mate: en los gola de la cocina, los muebles altos, perfiles, el mueble escobero y en la base para el televisor.
Zona de fregadero, lavavajillas y lavadora oculta sin ocultar nada. Zonas visuales cómodas y con mucho espacio de almacenaje. Mueble escobero integrado en el pilar central de la cocina y base trasera como soporte para el herraje para el televisor de 180º.
Suelo laminado con gran resistencia, techos unificados en dos alturas, para integrar la campana de la cocina. Iluminación y pintura.